¿Qué pasará con Cobre las Cruces cuando termine la extracción?

Publicado el 08/12/2008
No sé si te habrás parado a pensar en este asunto pero es algo que nos debería preocupar, ya que no sólo nos afectará a nosotros, sino también a nuestros hijos y a nuestros nietos.

Supongo que el proyecto debe contemplar qué se hará con el gran socavón que quedará en el terreno una vez que se agoten los minerales y se terminen los trabajos de extracción.

Hay quien dice que el destino será convertirse en cementerio de residuos nucleares. No sé si será así, espero que no, pero lo cierto es que deberíamos estar informados sobre el destino que tendrá ese terreno y cómo se regenerará, ya que lo tenemos a dos pasos y nos afectará de forma directa.

La diferencia está entre que Guillena sea un pueblo saludable y atractivo, o bien, un pueblo fantasma con problemas de contaminación y que se vaya despoblando poco a poco.

Por cierto, ¿no pensáis que deberíamos tener más información sobre la calidad del aire que respiramos actualmente y sobre otros efectos que la mina pudiera estar provocando sobre nuestra salud? He visto la revista que editan cada cierto tiempo, pero ahí sólo hablan de lo bien que lo están haciendo y de los beneficios que la mina nos aporta. ¿Es que todo es bueno, no hay nada malo?

Me parece a mí que nos lo están poniendo todo demasiado bonito. Esperemos que dentro de unos años no tengamos que acordarnos de este asunto...

Necesitamos rotondas en los accesos a la autovía

Publicado el 08/12/2008
Supongo que no seré el único que cada vez que tomo la A-66 me pregunto quién tuvo la culpa de que no se hicieran rotondas en los accesos. Lo cierto es que todos los demás pueblos de nuestra zona tienen rotondas en los accesos. No digo sólo Santiponce y La Algaba por ser pueblos de mayor tamaño, sino incluso Gerena y Las pajanosas.

No es cuestión ahora de buscar a los culpables, pero sí me sorprende que nadie mueva un dedo para que se construyan accesos dignos a la autovía. Ya son varios los accidentes que ha habido y creo que incluso más de una muerte. ¿No es suficiente aún para que el error sea corregido?

Propongo que nuestro Ayuntamiento y también todos nosotros reivindiquemos ante quien corresponda que se construyan rotondas en los accesos y se elimine el peligro que existe con el ilógico acceso actual.

¿Cuántas vidas y cuántos accidentes más serán necesarios para que alguien se pronuncie?

El escondite, el zurro, el palo...

Publicado el 14/07/2008
¡Qué nostalgia siento cuando recuerdo los juegos de calle a los que jugábamos los niños hace unos 15 ó 20 años!, ¡qué alegría me daría ver a los niños de hoy en día jugando en las calles, como hacíamos antes, al zurro, al escondite, al palo, al stop fruta, al pañuelo, etc.!

Supongo que muchos de nosotros recordarán también con nostalgia momentos inolvidables que vivimos jugando con nuestros amigos en la calle. Se me vienen a la cabeza otros juegos como las canicas (o los bombos, como aquí los llamábamos), el trompo, o incluso partidos de fútbol con naranjas en la mismísima plaza de España (no es que eso estuviera bien pero... ¡¡qué bien lo pasábamos!!).

No está todo en nuestra mano, pero sí depende en gran parte de nosotros que nuestros hijos se diviertan con sus amigos también en la calle, y no sólo con sus amigos cibernéticos que viven en el ordenador e internet.

Espero vuestros comentarios y vuestras aportaciones para hacernos recordar buenos momentos y actividades que solíamos vivir en la calle.

Carnavales de antaño

Publicado el 14/07/2008
Reconozco que no soy un apasionado de los carnavales pero, hace unos días, hablando con mis amigos, surgió este tema de conversación. Recordábamos con alegría y con bastante nostalgia aquellos carnavales de hace años cuando aquellas comparsas con tanta gracia e ingenio nos hacían reir a todos. 

Quién no recuerda "Las hawaianas", o "Los hijos de Curro Capullo", o canciones como:

El piojo cogía el carrito,

el carrito pa echá la basura,
cada vez que el carrito roaba el piojo decía:
para ahí, para ahí, para ahí!!

o

Él levantaba la cortina, ¡ay!;

él levantaba la cortina...

En fin, todo un derroche de ingenio, gracia y creatividad. Ojalá pudiéramos volver a disfrutar de carnavales así y dejar de contagiar los carnavales de enfrentamientos políticos que casi han acabado por destrozarlos por completo.